Dime porque corazón lloras por quien no te quiere
las heridas que te duelen hoy te nublan la razón,
No te siento esa sazón y mi alma desfallece
cuando el día amanece sin encontrar tu calor.
Eres terco corazón, mira hacia otro lado
ya no vivas amargado prisionero del dolor,
pues vendrá un día mejor donde te sientas amado
hoy que andas olvidado entre espinas sin color.
Lloras sangre corazón la que corre por tus venas
sin entender la condena en la que te sumes hoy.
Devuélveme lo que soy, mi genio y esa figura
que aún en la sepultura podría darte color.
Basta ya de sufrimiento que la vida da contento
deja atrás tanta tristeza vuelve a cantar corazón,
vendrá luego un nuevo amor a regalarnos ternura
olvidando la amargura que tanto dolor dejó.
¡No seas terco corazón!
lunes, 1 de marzo de 2010
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Como sea de terco como yo
ResponderEliminarlo tienes claro
Preciosos tus versos como siempre
Una rosa terca
Hánjel
Ni tampoco como yo... para tercos Hánjel y yo... ahhh y Maricruz... también... ja ja ja.. naaaa hoy te leo con la oración entre las manos... que todo vaya para bien ehhh... ese teléfono suena y suena.. bueno lo intentaré mañana Domingo...
ResponderEliminarUn abrazote 26 hasta alli...
Juanjo
Eso es muy fácil decirlo amiga gabriela, pero cuando un dolor de esos queda clavado en el corazón, la herida cuesta sananarla. el poema es una preciosidad, me ha encantado. Besos, Inés
ResponderEliminarvendrá luego un nuevo amor a regalarnos ternura
olvidando la amargura que tanto dolor dejó.
¡No seas terco corazón!